El judaísmo es una religión monoteísta, basada en la creencia en un solo Dios, omnipresente (siempre presente, en todas partes), intangible (no se le puede tocar) y trascendente (no está limitado por el tiempo). Precedió al mundo, lo creó y dirige con sabiduría sus destinos. Su existencia se manifiesta a través de la creación.
El judaísmo abarca una religión, un pueblo, una nación. Desde que nace hasta que se muere el judío se rige por principios religiosos monoteístas, éticos y de conducta, con normas que abarcan todos los aspectos de la vida.
Pueblo judío, hebreos, o israelitas, son las tres denominaciones que recibe el pueblo judío como tal. Pueblo porque tiene un origen común, relatado en la Biblia, una historia compartida desde la antigüedad hasta nuestros días junto con un destino común y una tradición milenaria.
Los tres pactos
Primer pacto
Es la promesa de Abraham de la tierra de adoptar Israel como hogar de los judíos. Su referencia está en Génesis XVIII y es el pacto que está grabado en nuestra carne (el pacto entre las partes), es el fundamento histórico del derecho del pueblo judío a la Tierra de Israel, la tierra prometida al patriarca Abraham. Dice en Génesis XV-8 «... a tu descendencia daré esta tierra y la tendrán como heredad...» y en Génesis XV-18 «... en aquel día hizo el Señor un pacto con Abraham diciendo: a tu simiente he dado esta tierra, desde el río de Egipto, hasta el río grande, el río Éufrates...»
Segundo pacto
Es el del Berith Milá, la circuncisión. Pacto de pertenencia, que inicia el ciclo de vida judío, mediante una ceremonia que tiene lugar cuando el judío varón cumple los ocho días de su nacimiento. Es uno de los preceptos más antiguos. Se remonta a los tiempos bíblicos, aún antes de recibir el pueblo judío la Torá (Génesis capítulo XVII, versículos 9 al 14) «... y dijo Dios a Abraham: Y tú cuidaras mi pacto. Tú y las generaciones venideras. Éste es el pacto que cuidarán (cumplirán). Será circuncidado todo varón y será la señal de mi pacto entre vosotros y vuestro Dios. A los ocho días será circuncidado todo varón, y estará mi pacto en vuestra carne como pacto eterno...»
Tercer pacto
Sobre el que se basa la existencia judía es el Berith Torá, el pacto por el cual el Pueblo de Israel se compromete a cumplir lo escrito en la Torá, ley básica y suprema del pueblo judío. Los Diez Mandamientos grabados sobre dos tablas de piedra que Dios le entrega a Moisés para que el pueblo los cumpla y sean el fundamento espiritual de su existencia. Este pacto con Dios, único en la historia de la humanidad, en el que todo un pueblo se compromete y jura realizarlo y cumplirlo (Éxodo XXXIV-27): «... y dijo el Señor a Moisés: escríbete estas palabras, porque según el tenor de estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel»
¿Cuáles son los principios del Judaísmo?